Convivencia respetuosa: La comunidad educativa valora y promueve una educación basada en el convivir con el otro, respetando sus diferencias étnicas, culturales, sociales y religiosas. El colegio orienta su quehacer educativo en generar un clima que propicie el desarrollo integral de todos sus estudiantes, a través de un ambiente de respeto, aceptación de las diferencias y de las opiniones de todas y todos, en un plano de igualdad, reconocimiento y reciprocidad; construyendo de esta manera, una cultura de paz y convivencia respetuosa.

Autonomía en aprendizaje: La comunidad educativa centra sus esfuerzos en promover prácticas  que tiendan a generar que todas y todos los estudiantes desarrollen la capacidad de “saber hacer”: hacer uso de los conocimientos, talentos, habilidades, estrategias, métodos de resolución, entre otros. En términos generales, que las y  los estudiantes logren desarrollar las herramientas entregadas a través de prácticas pedagógicas diversas, desafiantes y progresivas, que les permitan adquirir la capacidad de organizar su propio aprendizaje,  logrando, de esta manera,  autonomía en su aprendizaje.

Pensamiento científico: Nuestra comunidad educativa, a través de sus prácticas pedagógicas, fomenta, en las y los estudiantes, habilidades que apuntan al desarrollo del pensamiento científico a lo largo de toda su trayectoria educativa. Utiliza un enfoque intra e interdisciplinario para lograr en sus estudiantes, interpretaciones sobre el mundo y las leyes que lo rigen, pensamientos profundos y desarrollar habilidades de pensamiento crítico, reflexivo, para la toma de decisiones, la observación y la comunicación. Nuestros estudiantes son capaces de analizar fenómenos naturales y sociales del mundo real, desde la perspectiva del método científico, mediante la observación y el análisis para la resolución de problemas.

Escuela afectiva: La comunidad educativa prioriza la educación emocional como un pilar fundamental para fomentar el crecimiento social, emocional, ético y motivacional de nuestras y nuestros estudiantes, que a través de sus prácticas pedagógicas integrales, promuevan un ambiente acogedor y seguro, basado en el respeto, la confianza y la empatía, permitiendo en éstos el reconocimiento de sus  necesidades y habilidades individuales las que  se plasmaran en un actuar responsable, honesto, perseverante, comprometido consigo mismo y con los demás.